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Quiénes somos
Una milenaria tradición olivarera ha convertido a Italia en un gran país productor, con una vocación a la calidad, al lazo entre el territorio, sus tradiciones enogastronómicas y su inconfundible y mutable paisaje. Un país capaz de expresar gracias a más de 350 variedades de olivos en cultivación una multiplicidad de gustos, aromas, sensaciones que hacen único e irrepetible al olivar de Italia en sus diferentes articulaciones regionales y locales. Una pasión que ha atraído a más de un millón trescientosmil productores para llegar a ser guardianes y cuidadores de un patrimonio olivícola de más de 220 millones de plantas.

UNAPROL
"BIENVENIDOS AL MAYOR OLIVAR DE ITALIA"
MASSIMO GARGANO, Presidente de Unaprol
Una milenaria tradición olivarera ha convertido a Italia en un gran país productor, con una vocación a la calidad, al lazo entre el territorio, sus tradiciones enogastronómicas y su inconfundible y mutable paisaje. Un país capaz de expresar gracias a más de 350 variedades de olivos en cultivación una multiplicidad de gustos, aromas, sensaciones que hacen único e irrepetible al olivar de Italia en sus diferentes articulaciones regionales y locales. Una pasión que ha atraído a más de un millón trescientosmil productores para llegar a ser guardianes y cuidadores de un patrimonio olivícola de más de 220 millones de plantas.
Una irreductible voluntad empresarial que ha determinado, en el tiempo, un moderno sistema olívicola que quiere dialogar con el consumidor proponiendo un pacto fuerte en la transparencia del mercado, en la calidad, en la cultura del producto. Tal voluntad se ha hecho aún más fuerte pero diría posible, con la aprobación del decreto del 9 de octubre de 2007 sobre la obligatoriedad del origen publicado en el B.O.E. n. 243 del 18 de octubre de 2007.
Éste es el sistema italiano del aceite de oliva que Unaprol – consorcio olivarero italiano- ha pretendido acompañar y promover en estos años. Una organización nacional, que tiene la naturaleza jurídica de sociedad de consorcio, nacida en 1966, que asocia 72 organizaciones de los productores locales, a las cuales a su vez se afilian más de 650 mil empresas olivareras.
Una organización nacida gracias a la determinante contribución de la Coldiretti y de la Confagricoltura, con el objetivo de valorizar un producto emblema del made in Italy en el mundo y de crear en el ámbito de las oportunidades previstas en las nuevas normativas comunitarias las condiciones para una nueva y mejor orientación al mercado y una nueva rentabilidad para las empresas olivareras.
Entre los otros objetivos de Unaprol forma parte el desarrollo de precisos programas de actividades como por ejemplo :
- asistencia técnica a los productores asociados para mejorar la calidad del aceite de oliva, con particular referencia a la producción de aceite extravirgen de oliva;
- mejorar todas las técnicas de impacto ambiental tanto a nivel de empresa agrícola como de almazara;
- organizar y valorizar la producción también a través de los sistemas de certificación para las DOP, las IGP, la producción biológica;
- la trazabilidad del producto del lugar de producción al de confeccionamiento;
- la formación, sensibilización y la actualización profesional ya sea de los olivareros asociados, ya sea de los almazareros y aún de los técnicos operantes en el campo de la asistencia a las empresas olivícolas;
- la promoción de la cultura del aceite virgen extra hacia el consumidor final y hacia algunos anillos particularmente importantes en la difusión de la cultura del aceite como por ejemplo la restauración, las enotecas, los dietólogos, etc.
- la promoción de la investigación, de la innovación, el desarrollo y la difusión de nuevas tecnologías para mejorar la calidad de la producción, bajar los costes de producción, mejorar el impacto ambiental.
Se trata de programas, sobre todo el relacionado con la trazabilidad, de gran importancia, para poder proporcionar al consumidor una serie de puntuales informaciones acerca del origen y el mejor disfrute del producto, viniendo así al encuentro de algunas precisas exigencias siempre más determinantes en las elecciones de compra.
El proyecto de trazabilidad de Unaprol consiente, de hecho, al consumidor, marcando un código presente en la etiqueta de la botella de aceite extravirgen de una empresa participante en el programa, a través de un sms o por internet conocer el lugar de origen de las aceitunas, las empresas agrícolas interesadas, la variedad de olivo, la almazara donde las aceitunas han sido molidas, las características organolépticas y sensoriales de ese aceite extravirgen y las combinaciones enogastronómicas sugeridas.
Tal proyecto asume hoy aún mayor valor y absoluta validez en relación al decreto Ministerial sobre el origen obligatorio.
La asunción de precisos compromisos por parte de las empresas olivareras y de los almazareros en el respetar precisas normas de producción, recogida, transformación, almacenaje y confeccionamiento establecidas en el programa Unaprol es muy sincera en nuestra base asociativa. Hoy son más de 300 las hileras olivareras, representan casi 6000 empresas, que han obtenido la certificación de trazabilidad por parte de un Ente tercero verificador.
Unaprol siempre ha considerado que el éxito del producto, la difusión creciente en términos de cantidad y calidad en las familias italianas y extranjeras se base siempre en una precisa elección: la de un pacto con el consumidor en la claridad, en la transparencia, en la calidad y en la identificación de un producto con el territorio del cuañ ha tenido origen.
Por eso hemos mirado siempre con gran interés hacia la elección de la indicación obligatoria en la etiqueta del origen de la materia prima, es decir, de las aceitunas. De aquí las razones de la satisfacción por el decreto nacional que impone tal obligación y deseamos que incluso en sede comunitaria gracias también a nuestro compromiso se asuma rápidamente análoga elección.
Nuestro programa sobre la trazabilidad representa una concreta y actual contribución a la ejecución del decreto, consintiendo a los productores un preciso procedimiento factible, a la administración pública de poder ejercer los necesarios controles y comprobaciones, y al consumidor la posibilidad de conocer, escoger, enriquecer eil propio patrimonio gustativo y sensorial.
Éste es el sistema italiano del aceite de oliva que Unaprol – consorcio olivarero italiano- ha pretendido acompañar y promover en estos años. Una organización nacional, que tiene la naturaleza jurídica de sociedad de consorcio, nacida en 1966, que asocia 72 organizaciones de los productores locales, a las cuales a su vez se afilian más de 650 mil empresas olivareras.
Una organización nacida gracias a la determinante contribución de la Coldiretti y de la Confagricoltura, con el objetivo de valorizar un producto emblema del made in Italy en el mundo y de crear en el ámbito de las oportunidades previstas en las nuevas normativas comunitarias las condiciones para una nueva y mejor orientación al mercado y una nueva rentabilidad para las empresas olivareras.
Entre los otros objetivos de Unaprol forma parte el desarrollo de precisos programas de actividades como por ejemplo :
- asistencia técnica a los productores asociados para mejorar la calidad del aceite de oliva, con particular referencia a la producción de aceite extravirgen de oliva;
- mejorar todas las técnicas de impacto ambiental tanto a nivel de empresa agrícola como de almazara;
- organizar y valorizar la producción también a través de los sistemas de certificación para las DOP, las IGP, la producción biológica;
- la trazabilidad del producto del lugar de producción al de confeccionamiento;
- la formación, sensibilización y la actualización profesional ya sea de los olivareros asociados, ya sea de los almazareros y aún de los técnicos operantes en el campo de la asistencia a las empresas olivícolas;
- la promoción de la cultura del aceite virgen extra hacia el consumidor final y hacia algunos anillos particularmente importantes en la difusión de la cultura del aceite como por ejemplo la restauración, las enotecas, los dietólogos, etc.
- la promoción de la investigación, de la innovación, el desarrollo y la difusión de nuevas tecnologías para mejorar la calidad de la producción, bajar los costes de producción, mejorar el impacto ambiental.
Se trata de programas, sobre todo el relacionado con la trazabilidad, de gran importancia, para poder proporcionar al consumidor una serie de puntuales informaciones acerca del origen y el mejor disfrute del producto, viniendo así al encuentro de algunas precisas exigencias siempre más determinantes en las elecciones de compra.
El proyecto de trazabilidad de Unaprol consiente, de hecho, al consumidor, marcando un código presente en la etiqueta de la botella de aceite extravirgen de una empresa participante en el programa, a través de un sms o por internet conocer el lugar de origen de las aceitunas, las empresas agrícolas interesadas, la variedad de olivo, la almazara donde las aceitunas han sido molidas, las características organolépticas y sensoriales de ese aceite extravirgen y las combinaciones enogastronómicas sugeridas.
Tal proyecto asume hoy aún mayor valor y absoluta validez en relación al decreto Ministerial sobre el origen obligatorio.
La asunción de precisos compromisos por parte de las empresas olivareras y de los almazareros en el respetar precisas normas de producción, recogida, transformación, almacenaje y confeccionamiento establecidas en el programa Unaprol es muy sincera en nuestra base asociativa. Hoy son más de 300 las hileras olivareras, representan casi 6000 empresas, que han obtenido la certificación de trazabilidad por parte de un Ente tercero verificador.
Unaprol siempre ha considerado que el éxito del producto, la difusión creciente en términos de cantidad y calidad en las familias italianas y extranjeras se base siempre en una precisa elección: la de un pacto con el consumidor en la claridad, en la transparencia, en la calidad y en la identificación de un producto con el territorio del cuañ ha tenido origen.
Por eso hemos mirado siempre con gran interés hacia la elección de la indicación obligatoria en la etiqueta del origen de la materia prima, es decir, de las aceitunas. De aquí las razones de la satisfacción por el decreto nacional que impone tal obligación y deseamos que incluso en sede comunitaria gracias también a nuestro compromiso se asuma rápidamente análoga elección.
Nuestro programa sobre la trazabilidad representa una concreta y actual contribución a la ejecución del decreto, consintiendo a los productores un preciso procedimiento factible, a la administración pública de poder ejercer los necesarios controles y comprobaciones, y al consumidor la posibilidad de conocer, escoger, enriquecer eil propio patrimonio gustativo y sensorial.